miércoles, 28 de septiembre de 2011

LOS EMPEÑOS DE LOS CHUCHOS, ¿MARCELO SU VÍCTIMA?


Por JESÚS SOSA CASTRO

Estamos a nueve meses de las elecciones del 2012 y los chuchos, responsables principales, no saben cómo resolver los graves problemas que le han generado al PRD. Las tribus se han olvidado de la política y de las propuestas programáticas y en su lugar andan de la seca a la meca amarrando compromisos para empoderar a su burocracia, sin importarles la suerte del país. Por eso este partido está tan descuajaringado, tan sin rumbo, tan perdido en sus propias vergüenzas. Esto y su total incapacidad para elaborar propuestas coherentes, está dando pie a que ya no se sepa quiénes son los que deciden la línea política y menos qué le van a proponer a la ciudadanía como plataforma electoral. En contraposición #MORENA y #AMLO, en crecimiento incontenible.

Chucho Ortega, el gurú de todo el chucherìo, el más rabioso enemigo de AMLO, sigue empeñado en llevar al PRD a una alianza irracional con la derecha panista. Manuel Camacho Solís, Armando Ríos Piter, Jesús Valencia y Guadalupe Acosta Naranjo, ideólogos de Marcelo Ebrard y negociadores profesionales de los acuerdos en lo oscurito, se reúnen un día sí y otro también con una serie de políticos derechosos como Xóchitl Gálvez, Javier Corral y otras grisuras del empresariado, para intentar venderle a la opinión pública la idea de que el mejor candidato a la Presidencia de la República es Marcelo Ebrard Casaubòn, aunque hoy, Milenio les echa un balde agua fría en la cabeza.  Los apoyadores de oficio del Jefe de gobierno, pasmados. Si estos aliancistas no entienden el mensaje del Gabinete de Comunicación Estratégica y siguen en sus empeños de querer hacer candidato a Marcelo, su fracaso va a ser contundente. ¡Se les está yendo el tren!  

Es cierto que Marcelo y sus partidarios tienen el derecho de impulsar su candidatura. Es legítimo que piensen  que tienen posibilidades de obtener el triunfo electoral. Pero los que observamos diariamente los acontecimientos políticos y miramos de cerca lo que dicen la gente y las encuestas, sabemos que nadie, ni siquiera Marcelo, han podido estructurar un Proyecto Nuevo de Nación y un Movimiento tan sólidos y   tan definidos, como  el de Regeneración Nacional, MORENA, con Andrés Manuel López Obrador a la cabeza. Por eso su “aceptación” va para abajo. Por el contrario, el liderazgo de AMLO, su fuerza y su autoridad política, crecen y crecen. Los chuchos, el PRI y el PAN lo saben. La contienda electoral que viene, será la madre de todas las contiendas y se va a librar entre Andrés Manuel López Obrador y Enrique Peña Nieto. Los otros no están pintando ni van a pintar. Humberto Moreira ha entendido bien el momento político en que se mueven estos personajes y con zorruna percepción, reconoce la fuerza creciente y la autoridad política del líder opositor más importante de los últimos años.

Lo que mejor conviene a Marcelo y a sus partidarios es hacer una pausa estratégica y posponer sus legítimas aspiraciones para otro momento. Hoy su trabajo en el gobierno del DF, las grillas en que lo han envuelto los chuchos y su proclive inclinación hacia la derecha panista, lo han achicado como aspirante y no tiene mayor cosa qué hacer en la contienda por empezar. Los chuchos le son un estorbo y ellos sólo tienen interés en mantener y empoderar a su descompuesta y corrupta  burocracia. Marcelo no tiene proyecto para competir con Andrés Manuel López Obrador. El Jefe de gobierno compite con Peña Nieto en imagen, en frivolidad y en hacerle ojitos a los dueños del poder. Pero en políticas y propuestas de gobierno, Marcelo viene con muchos años luz de retraso.  Juega con su imagen de gobernante moderno y eficiente pero la gente huele y sabe que Marcelo no debe ser su candidato a la presidencia.  Grandes sectores de la población están volcándose a la izquierda porque la derecha resultó un fraude como opción de gobierno. Busca cambios reales que resuelvan los problemas de fondo. Por eso mira con desconfianza las políticas y los comportamientos dobles de los chuchos, la actitud entreguista de Ríos Pìter, Guadalupe Acosta Naranjo y de Manuel Camacho Solís, que, como burros sin mecate, andan de ofrecidos vendiendo sus servicios  mercenarios.

Si el PRD  no quiere perder el sentido de su origen y de su historia, el camino de su rectificación y de su futuro no está al lado de la derecha. El planteamiento de Camacho y de Marcelo de que un gobierno de Coalición es lo único que puede llevar a la gobernabilidad, es un planteamiento falso y distractor, que sólo busca el poder por el poder. ¿Para qué un gobierno de Coalición que no tiene ni programa ni proyecto sobre los cambios que requiere el país?  ¿No es algo parecido a lo que han hecho en Guerrero, Puebla, Oaxaca y Sinaloa, cuyos resultados no se diferencian en nada con los demás estados gobernados por el PAN y por el PRI? ¿Para qué coaligarnos si no hay proyectos de gobierno conocidos, discutidos y aprobados por los ciudadanos? Creo que ha llegado el momento de dejar a un lado los engaños y darle a la política la oportunidad de gobernar para el bien de la Nación. Las maniobras y la doble moral de los medrosos y mediocres ya no engañan a nadie y menos a las fuerzas democráticas y de izquierda. Los tiempos de hoy, son tiempos de definiciones políticas, de proyectos sociales que provean de equidad y justicia a la población y acaben con la injusticia, la impunidad y la violencia. Para lograrlo hay que organizarnos y trabajar por el cambio verdadero. La salida no es por la derecha sino  por la izquierda.  ¡Ya no hay espacio para la frivolidad y las banalidades!

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