Por JESUS SOSA CASTRO
Oí el discurso plañidero de Calderón por cadena nacional y casi me vomito del coraje. Es más, esta columna la hago para exigirle al pueblo de México, para exigirme a mí mismo, que Calderón y Peña Nieto sean sometidos a juicio político y juzgados por un tribunal popular por traidor a la Patria y genocida el primero, y por torturador y protector de ladrones y narcos el otro. Aunque viéndolo bien, ambos deben ser enjuiciados y condenados por los mismos delitos. Quiero decir que no lo digo de broma ni como resultado de mi encabronamiento por la violencia incontenible que está ocurriendo en el país, incluido, desde luego, el Estado de México. Lo digo y lo exijo porque estos dos políticos han enloquecido y se han convertido en un verdadero peligro para México.
Sin ningún recato y pudor, Felipe Calderón se está colgando del dolor de los regiomontanos y exige al Congreso que apruebe la LSN que no solo no acabará con la violencia sino que, amén de su oportunismo evidente, representa la institucionalización de la misma y la convierte en el escudo protector de todos sus gorilas que secuestran, torturan, violan y asesinan a miles de personas en todo el territorio nacional.
El otro demente del Estado de México, se ha llevado como su jefe de campaña y Presidente del PRI al corrupto y ladrón de Humberto Moreira que no ha podido explicar qué hizo con un crédito de treinta y dos mil doscientos millones de pesos que solicitó a la banca privada unos cuantos meses antes de dejarle el poder a su carnal en el Estado de Coahuila. Pero además, por permitir que sus policías entren y salgan en el DF, violen los derechos humanos de las personas, roben a sus moradores, infrinjan las leyes de otra entidad, encarcele sin razón a pobladores de San Salvador Atenco, haga mal uso de los recursos públicos imponiendo a un pelele más en el Gobierno del Estado de México y permita que dos mentecatos policías torturen colgando del asta bandera de su cuartel a un pobre perro que por hambre y abandono merodeaba por ese antro policiaco
Estos dos políticos tienen varias cosas en común. Les gusta ser autoritarios, gobiernan con las patas, tienen el país y el Estado en una situación de resquebrajamiento económico y moral, la economía está paralizada, no hay trabajo, atropellan los derechos humanos, agreden a personas y animales y buscan imponer leyes que protegen a militares y contribuyen a exacerbar la impunidad en la que vive nuestra sociedad. Todo esto conduce al olímpico mundo de la corrupción y al modus operandi de esta pareja de cábulas.
Por lo tanto, exijo al Congreso de la Unión, a los partidos políticos, a las organizaciones no gubernamentales, a los sindicatos, al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, a todos los mexicanos, que exijamos la renuncia de Felipe Calderón a la Presidencia de la República y a Peña Nieto al gobierno del Edomex pero también, que inmediatamente después, sean juzgados por un tribunal popular y si se les encuentra culpables que se les meta a la cárcel de manera inmediata para que ya no sigan haciendo daño a la nación. Ya han hecho demasiado como para quedarnos en la demanda de que renuncien. Se requiere con urgencia que el Congreso de la Unión, a partir del 1º de septiembre que se instala el segundo período ordinario de sesiones del año, se les haga el juicio y se les juzgue conforme a derecho.
Este país y su pueblo no se merecen estos gobernantes de mierda. Estamos llegando al límite de nuestro aguante y no permitiremos que se siga abusando de nuestra paciencia. Ha llegado la hora de reaccionar y de mandar al carajo a los que han empobrecido a esta nación y que por exceso de confianza, ha permitido que priistas y panistas nos tengan en el terror y en la desesperanza. Hagamos que en el 2012 el pueblo tenga la oportunidad de cambiar su suerte votando en conciencia y si no lo entiende así, entonces que no se lamente de tener esta basura de gobernantes y vivir el horror que todos los días padecemos.
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