México, el verdadero rostro de “los pacíficos”
Gabriel Castillo—Herrera.*
El titular del día 20 de abril del periódico mexicano La Jornada informa sobre una iniciativa de reforma constitucional que facultaría al titular del Ejecutivo —Felipe Calderón, elegido en tribunales— a arrogarse el control del ejército sin tener que consultar al Poder Legislativo. El encabezado del diario se complementa con: “…Lo faculta para enfrentar ‘cualquier quebranto al orden social’.
Como el narco”.
Es sabida la propensión de Calderón a “solucionar” los problemas del país mediante la fuerza, ya sea del ejército, del derecho (uno al servicio de los poderosos), de la hueste más agresiva, ultraconservadora y reaccionaria de su partido (el PAN), y del mediático televisivo (los magnates del ramo, Emilio Azcárraga Jean y Ricardo Salinas, que se han enriquecido merced a la “democracia” inaugurada en el año 2000).
Un poco de remembranza
Durante el proceso electoral para renovar el Poder Ejecutivo del año 2006, estos poderes —con excepción del ejército— se aliaron para denostar al candidato más fuerte hasta dos meses antes del de las elecciones: Andrés Manuel López Obrador. Se utilizó la violencia verbal más pedestre (antes se había desaforado a López Obrador para juzgarlo por un asunto ridículo para cerrarle el camino a la candidatura opositora); sin embargo, Feli—pillo y sus tres colaboradores más cercanos —ya desaparecidos, uno físicamente y dos políticamente— dieron en llamarse a sí “la fuerza de los pacíficos”.
Y “los pacíficos” contaron con todo el poder de las televisoras para difundir la idea falaz, inicua e ilegal (puesto que el Instituto Federal Electoral así lo consideró) de que López Obrador significaba “…un peligro para México”.
(Reza un adagio popular: “favor con favor se paga”, Calderón, ya en la silla presidencia, liquidó a empresa Compañía de Luz y Fuerza del Centro para entregarle la fibra óptica de tal empresa, que era de carácter paraestatal, a Emilio Azcárraga y su empresa Televisa).
El “pacífico” Calderón ha desatado, hoy, una absurda guerra contra el narco que ya sobrepasa los 40.000 muertos, muchos de los cuales han sido “daños colaterales” (civiles asesinados por el ejército y la policía).
“Pacífico” y muy católico; tanto que estará presente —a título de jefe de Estado, no como particular— en la canonización de Juan Pablo II, a pesar del carácter laico del Estado Mexicano.
Pero volvamos al punto de inicio, al encabezado del diario “La Jornada”. Llamo la atención sobre el texto mencionado: “…Lo faculta para enfrentar ‘cualquier quebranto al orden social’…”. Ante una visión tan distorsionada de lo “pacífico”, como es la calderoniana, “…cualquier quebranto al orden social”, puede ser —literalmente— cualquiera; cualquiera que no esté de acuerdo con el calderonato. El bushiano apotegma: “si no estás conmigo, estás contra mí”. Fascismo de la más pura escuela.
López Obrador ha estado propiciando que se forme un amplio frente popular denominado Movimiento Regeneración Nacional, alejado —al menos en la forma— del caduco y corrompido sistema de partidos políticos, con miras a las elecciones del año 2012; es un movimiento que ya cuenta con un buen número de células nacidas a partir de la organización popular.
Todos somos peligrosos en México
En una algo reciente entrevista periodística, Calderón insistió en que aquél representaba “un peligro para México”. Entonces cabe preguntar: ¿es que cada uno de los participantes en el Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) será —por extensión— considerado por el “pacífico” Calderón como “peligro para México”.
Así las cosas, queda un resquicio para la sospecha de que la iniciativa —que pretende que el presidente elegido en tribunales pueda disponer de las fuerzas armadas sin consultar al legislativo— esté lanzando una advertencia, nada subliminal, al lopezobradorismo constituido en MORENA, a sectores de la clase media ilustrada y a pequeños empresarios que ya están fastidiados de tanto yerro e ineficacia del gobierno federal.
Si el proyecto de ley es aprobado, el “pacífico” Calderón mostrará claramente su verdadero rostro: el fascismo.
* Escritor, músico, artista visual.
El titular del día 20 de abril del periódico mexicano La Jornada informa sobre una iniciativa de reforma constitucional que facultaría al titular del Ejecutivo —Felipe Calderón, elegido en tribunales— a arrogarse el control del ejército sin tener que consultar al Poder Legislativo. El encabezado del diario se complementa con: “…Lo faculta para enfrentar ‘cualquier quebranto al orden social’.
Como el narco”.
Es sabida la propensión de Calderón a “solucionar” los problemas del país mediante la fuerza, ya sea del ejército, del derecho (uno al servicio de los poderosos), de la hueste más agresiva, ultraconservadora y reaccionaria de su partido (el PAN), y del mediático televisivo (los magnates del ramo, Emilio Azcárraga Jean y Ricardo Salinas, que se han enriquecido merced a la “democracia” inaugurada en el año 2000).
Un poco de remembranza
Durante el proceso electoral para renovar el Poder Ejecutivo del año 2006, estos poderes —con excepción del ejército— se aliaron para denostar al candidato más fuerte hasta dos meses antes del de las elecciones: Andrés Manuel López Obrador. Se utilizó la violencia verbal más pedestre (antes se había desaforado a López Obrador para juzgarlo por un asunto ridículo para cerrarle el camino a la candidatura opositora); sin embargo, Feli—pillo y sus tres colaboradores más cercanos —ya desaparecidos, uno físicamente y dos políticamente— dieron en llamarse a sí “la fuerza de los pacíficos”.
Y “los pacíficos” contaron con todo el poder de las televisoras para difundir la idea falaz, inicua e ilegal (puesto que el Instituto Federal Electoral así lo consideró) de que López Obrador significaba “…un peligro para México”.
(Reza un adagio popular: “favor con favor se paga”, Calderón, ya en la silla presidencia, liquidó a empresa Compañía de Luz y Fuerza del Centro para entregarle la fibra óptica de tal empresa, que era de carácter paraestatal, a Emilio Azcárraga y su empresa Televisa).
El “pacífico” Calderón ha desatado, hoy, una absurda guerra contra el narco que ya sobrepasa los 40.000 muertos, muchos de los cuales han sido “daños colaterales” (civiles asesinados por el ejército y la policía).
“Pacífico” y muy católico; tanto que estará presente —a título de jefe de Estado, no como particular— en la canonización de Juan Pablo II, a pesar del carácter laico del Estado Mexicano.
Pero volvamos al punto de inicio, al encabezado del diario “La Jornada”. Llamo la atención sobre el texto mencionado: “…Lo faculta para enfrentar ‘cualquier quebranto al orden social’…”. Ante una visión tan distorsionada de lo “pacífico”, como es la calderoniana, “…cualquier quebranto al orden social”, puede ser —literalmente— cualquiera; cualquiera que no esté de acuerdo con el calderonato. El bushiano apotegma: “si no estás conmigo, estás contra mí”. Fascismo de la más pura escuela.
López Obrador ha estado propiciando que se forme un amplio frente popular denominado Movimiento Regeneración Nacional, alejado —al menos en la forma— del caduco y corrompido sistema de partidos políticos, con miras a las elecciones del año 2012; es un movimiento que ya cuenta con un buen número de células nacidas a partir de la organización popular.
Todos somos peligrosos en México
En una algo reciente entrevista periodística, Calderón insistió en que aquél representaba “un peligro para México”. Entonces cabe preguntar: ¿es que cada uno de los participantes en el Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) será —por extensión— considerado por el “pacífico” Calderón como “peligro para México”.
Así las cosas, queda un resquicio para la sospecha de que la iniciativa —que pretende que el presidente elegido en tribunales pueda disponer de las fuerzas armadas sin consultar al legislativo— esté lanzando una advertencia, nada subliminal, al lopezobradorismo constituido en MORENA, a sectores de la clase media ilustrada y a pequeños empresarios que ya están fastidiados de tanto yerro e ineficacia del gobierno federal.
Si el proyecto de ley es aprobado, el “pacífico” Calderón mostrará claramente su verdadero rostro: el fascismo.
* Escritor, músico, artista visual.
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